Nací en San Sebastián, y Zaragoza me adoptó cuando apenas sabía hablar.
Desde que tengo uso de razón los libros han rodeado mi vida y han llenado mi cabeza de aventuras y sueños por cumplir.
De la lectura pasé a la escritura, como forma natural de expresar lo que hablando no podía, siempre reservé mis escritos para mí misma, pero cuando mi vida se puso del revés, cuando fui consciente de que llevaba demasiados años sin escribir y que eso estaba acabando con una parte muy importante de mí, decidí no solo volver a escribir, sino no guardarlo para mí nunca más, por si así, además, mis escritos podían ayudar.
Y de esta rebelión personal surgen mis libros, y el contenido que comparto cada día, con quién se acerca a leerme, en mis redes sociales.